- Reflexión.
A través de este proyecto fotográfico, Vida Yovanovich se enfrenta en sus propias palabras, a uno de sus miedos: la antesala de la muerte, es decir, la vejez.
Es un proyecto muy delicado, ya que tuvo que vivir practicamente por 3 años en un asilo de ancianos, capturar escenas que a ella misma la alteraban e incluso la hacían llorar. Poco a poco va superando las circunstancias y comienza a construir esta historia.
Se nota que Vida Yovanovich se sumerge en su trabajo, hasta que un día el asilo cierra.
Hay muchas fotografías fuertes en su contenido, ya que nos cuentan la cruda realidad de esta etapa de la vida, pero Yovanovich se da cuenta al final y también registra algunos momentos nobles y de alegría.
Adjunté las fotografías que más me agradaron por su contenido. La primera por la vulnerabilidad que se muestra, incluso ante una paloma que le roba la comida. La segunda es claro que parece un anciano caminando hacia su destino en un túnel sin posibilidad de retorno.
Es un proyecto muy delicado, ya que tuvo que vivir practicamente por 3 años en un asilo de ancianos, capturar escenas que a ella misma la alteraban e incluso la hacían llorar. Poco a poco va superando las circunstancias y comienza a construir esta historia.
Se nota que Vida Yovanovich se sumerge en su trabajo, hasta que un día el asilo cierra.
Hay muchas fotografías fuertes en su contenido, ya que nos cuentan la cruda realidad de esta etapa de la vida, pero Yovanovich se da cuenta al final y también registra algunos momentos nobles y de alegría.
Adjunté las fotografías que más me agradaron por su contenido. La primera por la vulnerabilidad que se muestra, incluso ante una paloma que le roba la comida. La segunda es claro que parece un anciano caminando hacia su destino en un túnel sin posibilidad de retorno.
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